El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implementó aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, y aumentó en un 10% adicional los aranceles a productos chinos, elevando la carga total al 20% para estos últimos. Estas medidas marcan el inicio de una guerra comercial que ha generado fuertes caídas en los mercados financieros, incluyendo Wall Street.
Trump justificó su decisión argumentando que México, Canadá y China no han hecho lo suficiente para frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. En respuesta, Canadá ha anunciado aranceles del 25% sobre diversos productos estadounidenses, mientras que México prepara medidas similares. Estas acciones podrían provocar recesiones en ambos países y afectar negativamente la economía estadounidense, aumentando los costos de bienes importados y presionando al alza la inflación.
Además, Trump ha anunciado que, a partir del 2 de abril, se impondrán aranceles masivos a las importaciones de productos agrícolas, instando a los agricultores estadounidenses a prepararse para aumentar su producción y vender más dentro del país. Estas políticas buscan incentivar la producción local, pero podrían provocar inflación y frenar el crecimiento económico a nivel mundial.
La comunidad internacional advierte sobre el riesgo que estas medidas representan para el sistema comercial global, ya que podrían alterar las cadenas de suministro en América del Norte y aumentar los precios al consumidor en Estados Unidos, México y Canadá.
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