El accidente del vuelo 7C2216 de la aerolínea surcoreana Jeju Air, que estalló tras aterrizar y salirse de pista el domingo (29.12.2024) en el aeropuerto de Muan (suroeste), se saldó con 179 muertos y solo dos supervivientes, lo que supone el peor siniestro de la aviación civil acaecido jamás en Corea del Sur.
El accidente se produjo sobre las 09.03 (00.03 GMT), cuando el Boeing 737-800 que había partido horas antes del aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok (Tailandia), aterrizó en Muan (290 kilómetros al suroeste de Seúl) sin tener el tren de aterrizaje desplegado y acabó chocando contra un muro, lo que hizo que el aparato estallara.
A bordo viajaban 181 personas, seis de la tripulación (piloto, copiloto y cuatro auxiliares) y 175 pasajeros, de los que 173 eran surcoreanos, en su mayoría personas que retornaban de vacaciones en familia, y dos de nacionalidad tailandesa.
Seis minutos antes de aterrizar, la torre de control emitió una alerta por colisión y dos minutos después el piloto emitió una señal de “mayday” o socorro.
En esos momentos imágenes captadas por aficionados y testimonios oculares detallaron un aparente impacto en el motor derecho del Boeing.
Por el momento las autoridades creen que la causa del accidente podría ser el fallo para desplegar el tren de aterrizaje y otros mecanismos de frenado, posiblemente debido a una colisión con un pájaro.
Las dos cajas negras han sido halladas horas después del siniestro, aunque el Ministerio de Transporte surcoreano ha informado de que la grabadora de datos de vuelo (FDR) ha sufrido daños, y que por ello se podría tardar entre uno y seis meses en decodificarla.
En total, el accidente ha supuesto de momento el despliegue de unos 2.800 efectivos de los cuerpos de bomberos, policía, Fuerzas Armadas y Guardia Costera.
El siniestro se ha producido en el momento de mayor turbulencia política de las últimas décadas en Corea del Sur.
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